ENTREVISTA

Tucho Fernández: “Es nefasto e insoportable que haya elecciones cada dos años”

Viernes, 05 de Noviembre del 2021 - 12:10 hs.

-Al principio de la pandemia se hablaba de la posibilidad de un antes y un después, de poder salir mejores de todo esto... ¿Qué pensaba antes y qué piensa ahora?
-Claramente estamos peor. Hay nerviosismo y ansiedad por todas partes, y en general la clase media está obsesionada por recuperar el tiempo perdido con viajes y proyectos personales. Se acentúa la tendencia de acusar a los pobres de los males del país con apelativos como "planeros", "choripaneros", "grasas", y ha crecido la idea de que lo único que cuenta es la "libertad", pero entendida de un modo marcadamente individualista. Todo esto para mí no constituye un avance de la humanidad desde el punto de vista cultural y social.

-Más allá de indicadores del INDEC, ¿se acentuó la pobreza en los barrios? ¿Cómo se ve y vive ese asunto por fuera de las planillas de excell, por fuera de los papeles que indican que la indigencia aumenta?
-Si bien en los últimos meses hubo cierta reactivación que frenó en parte el crecimiento de la pobreza, las consecuencias de la pandemia siguen estando a flor de piel y la calidad de vida de los sectores más empobrecidos ha disminuido drásticamente. Claro que esto va más allá de los indicadores que usualmente se tienen en cuenta, porque hoy se agregan otras formas de deterioro que pocos analistas están considerando.

- ¿Cómo cree que ha actuado la política en general en esta pandemia, teniendo en cuenta que la grieta parece cada vez más profunda?
-Hay una batalla cultural e ideológica muy intensa, aunque superficial, que ahonda la grieta. El problema es que épocas tan críticas como esta exigen otra cosa: enfocarse en resolver las angustias urgentes de las mayorías.

- ¿Y el papel del Gobierno? ¿Hizo lo que podía, más de lo que podía o podría haber hecho mucho más?
-En la primera parte de la pandemia creo que hizo lo que podía teniendo en cuenta que nadie sabía realmente dónde estábamos parados. Actualmente uno puede mirar los indicadores de vacunación de América latina, por ejemplo, y estamos entre los mejores países. Pero luego el gobierno no llegó a ver hasta qué punto se estaban agravando las condiciones no sanitarias de la población, y la vida concreta de las familias empezó a sufrir las peores consecuencias de la pandemia desde el punto de vista económico, educativo, laboral, hasta un punto que se volvía insoportable. Allí evidentemente el gobierno se distrajo con temas que eran para otros momentos.

-¿Y la Iglesia? ¿Hizo lo que podía, más de lo que podía o podría haber hecho más?
-La Iglesia hizo mucho, tanto en asistencia alimentaria como acompañando diversas iniciativas de los gobiernos y de la sociedad civil. Yo agradezco enormemente la entrega de muchas personas que se arremangaron. Pero sin duda, mirando para atrás, podríamos haber hecho mucho más, sobre todo ayudando a visibilizar situaciones que no estaban siendo adecuadamente consideradas.

-¿Se sintió acompañada la Iglesia?
-Los gobiernos de diversos signos políticos nos ayudaron.

-En estos días, un sector de la Izquierda pidió en la puerta de la Catedral por la separación de la Iglesia del Estado... ¿Qué opina de este tema?
-La izquierda local también se entretiene con banderas de 60 años atrás y no comprendo por qué gastan tantas energías en la Iglesia cuando hay tanto por hacer en materia social. La Iglesia ya no es la de los años 70 y ese anticatolicismo ya no se ve ni en Cuba, ni siquiera en China. 


¿Alguien cree que al pueblo argentino realmente le angustia la cuestión de la separación Iglesia- Estado? Por otra parte, se trata de una entelequia, porque ese sería un tema para Irán, Afganistán o Arabia Saudita, pero no para Argentina. Aquí lo que la Iglesia diga tiene poca incidencia, han salido leyes como la del matrimonio igualitario, la identidad de género, el aborto, y tantas otras y la Iglesia no tuvo ningún poder para evitarlo. La Iglesia puede opinar, por supuesto, como puede opinar cualquiera en una sociedad democrática y libre.

ABUSOS EN LA IGLESIS CATOLICA

-Los abusos en la Iglesia es un tema muy candente también.
-Si te fijás en La Plata, yo estoy aquí hace sólo tres años y en este tiempo un cura lleva un año en prisión preventiva, otro se suicidó cuando le dictaron prisión y a otro lo expulsé yo. Nadie puede mostrar nada que indique que haya impedido actuar a la justicia y si la justicia tiene pruebas irá preso quien deba estarlo. Los obispos estamos renunciando a la asignación que nos pagaba el Estado, yo hace rato que renuncié y personalmente no recibo un peso del Estado. Entiendo que en el fondo cuando hablan de separación Iglesia-Estado se refieren a eliminar la educación privada, pero eso en la práctica no es ni posible ni conveniente porque aumentaría enormemente el gasto público y el Estado no está en condiciones de afrontar semejante cosa.

-Le pregunto por el vacunatorio VIP, por la foto de Olivos... ¿Qué le pasó cuando vio y/o se enteró de todo eso?
-Mucha pena, una gran pena, porque un descuido así inevitablemente aumenta la desconfianza y el descreimiento.

- ¿Hacia dónde va el país? Si lo llama por teléfono una encuestadora y le pregunta por cómo cree que vamos a estar en 2022, qué responde: ¿mejor, peor, igual?
-Supongo que habrá alguna reactivación por rebote. Pero en cuanto a cambios estructurales importantes la veo negra. En todos los partidos la campaña para las elecciones ha aportado poco, fuera de slogans y recursos de marketing.

-El Gobierno hizo un llamado al diálogo... La oposición no quiere saber nada... ¿Sirve el llamado al diálogo en este momento o hay que esperar un poco?
-Espero que después de las elecciones todos asuman esta necesidad. No se trata de ponerse de acuerdo en cuestiones ideológicas, pero sí de intentar resolver al menos algunos problemas que sólo requieren de un poco de inteligencia, planificación y recursos técnicos.

- ¿Cómo sale usted de la pandemia? ¿Cómo la atravesó en lo personal?
-Como todos, pero se agrega que estoy por cumplir 60 años y uno se pregunta con más seriedad cuál es el sentido de su vida y para qué quiero sobrevivir esta pandemia.

- ¿Le parece bien que haya elecciones cada dos años? A veces da la sensación que estamos en una constante campaña...
-Me parece nefasto e insoportable que haya elecciones cada dos años y no entiendo qué esperan para cambian eso de una buena vez. Con el bajo nivel de debate y lo poco que aportan estas campañas, sumado a la violencia verbal y al nerviosismo que suman a la sociedad, es verdaderamente irritante tener elecciones con tanta frecuencia. [El Teclado]