El 18 de julio de 1994 cambió la vida de todos y cada uno de los argentinos. El atentado a la AMIA marcó un antes y un después. Por supuesto, para las víctimas y los familiares de las víctimas, el tiempo quedó clavado ahí, las agujas del reloj no volvieron a moverse de las 9:53; más allá de la justicia o la injusticia y las palabras; las millones de palabras dichas y escritas al respecto.

Entre esas víctimas a las que la vida se les clavó en ese instante se encontraba Sebastián Barrientos, un nene de apenas 5 años que justo pasaba por la puerta del edificio al momento de la explosión. A partir de entonces, reconocimientos y homenajes varios. Y ahora también, un monumento en su honor, el cual estará ubicado en la localidad de Villa Bosch, partido de Tres de Febrero.

"Ya fue finalizada la obra que empezó el maestro Alberto Arregui, que homenajea a la víctima más joven del atentado a la AMIA, nuestro vecino Sebastián Barreiros", comentó el intendente de ese distrito, Diego Valenzuela, junto a una foto que se tomó (él, el escultor y parte de la familia del nene) con la réplica de una de las tortugas ninjas, Donatelo, la preferida del pequeño. 

Vale recordar que en julio pasado, en el encuentro que el Presidente Alberto Fernández mantuvo con la conducción de AMIA en Casa Rosada a propósito del 27 aniversario del atentado terrorista, se descubrió una placa en la antesala del despacho presidencial en homenaje a la víctimas fatales, en particular a Sebastián.

La iniciativa surgió del proyecto "Sueños quebrados" que rescata aquellos anhelos que tenían las personas que perdieron la vida aquella mañana del 18 de julio de 1994, a las 9:53 horas. [El Teclado]