Miguel Fernández, intendente de Trenque Lauquen, no se relaja. Es que, pese a que actualmente su distrito se encuentra en la Fase 5 del ASPO, con la mayoría de actividades comerciales abiertas, el jefe comunal mantiene la prohibición de encuentros privados y familiares porque, dijo, “puertas adentro la gente se siente segura y se relaja mucho”, lo que genera que las medidas de cuidado y distanciamiento mermen considerablemente. 

“La situación es estable. Tenemos 8 personas positivas, de las cuales 7 pertenecen al brote que hubo en la Unidad penal 20 y uno pertenece a otro brote de la ciudad vecina de Pellegrini. No hemos tenido casos positivos por fuera de esto”, explicó. Y anticipó que los cuidados siguen siendo extremos porque “esto es día a día, minuto a minuto”.
 

“Siempre repetimos que los trabajadores esenciales no son inmunes. Uno puede tener una función esencial –policías, enfermeros, médicos- pero eso no implica que no podamos llevar y traer el virus”, aseguró.

Sobre su relación con el gobierno de Axel Kicillof, el intendente aseguró que se está trabajando de forma ordenada y articulada. “Tengo buena relación con el gobernador y  con la gente que lo acompaña. Al comienzo tuvimos algún chisporroteo, pero rápidamente se pudo trabajar de forma conjunta. Esta situación no es fácil para nadie y hay que suavizar las diferencias”, aseveró.

Y reflexionó, además, sobre los roces que pueden surgir entre el gobierno provincial y el gobierno porteño: “A veces se pierde mucho tiempo en estadísticas comparativas. Lo que pasa en CABA repercute en AMBA y viceversa. La General Paz es una barrera física, no epidemiológica. Lo mejor es tomar medidas conjuntas para minimizar el riesgo y proteger a la gente”.

Fernández, en su doble rol de jefe comunal y médico nefrólogo, contó que, a pesar de que su distrito está en la Fase 5 del ASPO, las reuniones privadas y familiares siguen estando prohibidas porque, dijo, “puertas adentro la gente se se siente segura y relaja mucho” y las medidas de distanciamiento merman.

Por último, sobre la situación financiera en su distrito, explicó: “La economía está equilibrada. Ya pagamos los sueldos y acordamos aumentos para agosto y octubre. A nadie le sobra nada, pero tenemos las cuentas equilibradas. Reactivamos obras municipales que habían quedado paradas en la fase dura de la cuarentena. Lentamente estamos retomando el ritmo, cuidando mucho la caja porque uno nunca sabe cómo son los meses que van a venir”.

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