El zoológico de La Plata comenzó hace timepo una transformación para convertirse en un bioparque. Mientras tanto sus animales fueron trasladados, otros fallecieron de viejos o enfermos; y lamentablemente algunos otros deberán pasar sus últimos días allí porque no pueden ser mudados a otros hábitats.

La elefanta Pelusa es uno de los casos. Luego de pasar 50 años en cautiverio, la idea de las autoridades del lugar y del municipio es llevarla a un santuario de paquidernos, para lo cual se realizó una serie de cuidados especiales de sus extremidades inclusive con expertos internacionales, con una dieta de engorde y un seguimiento dedicado al animal para que ese traslado pueda llevarse adelante. 

La situación es de extrema cautela. La elefanta pasó toda su vida en cautiverio, y desde hace 5 años padece una enfermedad (popodermotitis crónica) en sus patas traseras. Esto es común en elefantes que se encuentran en cautiverio, y se origina por la imposibilidad de poder caminar grandes distancias, como debería hacerlo un animal de su especie en condiciones de libertad. A raíz de esta afección, Pelusa hacía dos años que no se recostaba a dormir, ya que esta enfermedad -entre otras cosas- le genera la imposibilidad de poder levantarse por sus propios medios. Es por ello que el animal descansaba de pie, lo cual le generó un gran cansancio a lo largo del tiempo.

Pero este fin de semana, Pelusa se acostó. Las autoridades del zoológico decidieron cerrar las puertas este fin de semana para que el animal descanse y en las próximas horas se espera la llegada del director del Santuario de Elefantes de Brasil, Scott Blaise, quien tomó un vuelo para venir a ver a la elefanta y seguir de cerca todo el protocolo de trabajo.  

Ahora, como dijo uno de sus cuidadores, la que decide es ella. [El Teclado]