A poco más de 135 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, el partido de Roque Pérez alberga a un bucólico enclave que parece suspendido en el tiempo: se trata de Carlos Beguerie, un pequeño pueblo de poco más de 350 habitantes que hoy 4 de agosto se preparara para dar comienzo a los festejos de sus 113 años, con múltiples y atractivas alternativas, no sólo para los locales, sino también para quien desee acercarse a visitarlo y adentrarse en sus tranquilas costumbres y sus paisajes campestres.
De este modo, el próximo domingo 10 de agosto, Carlos Beguerie sorprenderá con un vasto menú de propuestas, que tendrán como escenario la base del campamento local, en el Boulevard Homero Fernández. A saber:
Complementariamente, este fin de semana el municipio dispondrá de traslados para arrimar al pueblo a todos aquellos que se acerquen a Roque Pérez a hacer una pausa en sus vidas.
Habrá una salida el sábado a las 14, y otra el domingo a las 11.30, ambas desde la oficina de Turismo (Avellaneda 1005), con inscripción previa comunicándose con el siguiente celular: 2227621864.
Además de los festejos, la jornada invita a adentrarse en los rincones más entrañables del pueblo. En el antiguo tanque del Predio de la Estación —hoy transformado con delicadeza y memoria— abre sus puertas el museo La Perla del Provincial, donde se respira la historia del tren y la vida rural.
Muy cerca de allí, un sendero bordeado de verde guía hasta la huerta comunitaria, un espacio donde la tierra, el trabajo compartido y los ciclos naturales siguen marcando el ritmo.
Pero quizás uno de los mayores placeres que ofrece Carlos Beguerie sea sentarse a la mesa en alguno de sus almacenes de campo: La Esperanza, Lo de Juana o HyA La Perla.
En cada uno de ellos, el tiempo se cocina a fuego lento y los sabores narran historias: sabrosísimas empanadas, pastas caseras, asado con aroma a leña, o chuletas a caballo que combinan tradición y sabor. Comer allí no es solo alimentarse, es formar parte —por un rato— de esa calidez que el pueblo ofrece sin reservas.