El 3 de junio de 2015, miles de mujeres y disidencias salimos a las calles en todo el país para decir basta a la violencia machista. La primera marcha de Ni Una Menos marcó un antes y un después en la historia de los movimientos feministas en Argentina. Hoy, se cumplen 10 años de aquella movilización que nació tras el femicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años asesinada por su novio.
En una entrevista con El Teclado, la ministra de Mujeres bonaerense, Estela Díaz, reflexionó sobre el contexto actual y el retroceso en materia de derechos de género. “Hoy cobra una fuerza enorme volver a decir ‘ni una menos’”.
En un escenario nacional que considera de confrontación directa contra las conquistas del movimiento feminista, Estela Díaz destacó que “la gran transformación fue reconocer que la violencia de género existía en todos los planos de la vida. Hoy ese reconocimiento está puesto patas para arriba”. Y apuntó contra el gobierno de Javier Milei: “El ajuste brutal precariza aún más a las mujeres, y el negacionismo genera impunidad”.
En estos diez años, se lograron avances significativos: se creó un registro oficial de femicidios, se sancionó la Ley Micaela, se fortalecieron líneas de asistencia como la 144 y programas como Acompañar, y se consolidaron espacios institucionales para garantizar derechos. También se logró la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Sin embargo, según alertó Amnistía Internacional Argentina en un informe, muchos de estos avances hoy están en riesgo. Desde la asunción del gobierno de Javier Milei, varias políticas públicas orientadas a prevenir y atender la violencia de género fueron desfinanciadas o directamente eliminadas. La organización denunció que es la primera vez en casi cuarenta años que el país no cuenta con un organismo estatal con competencias específicas en esta materia.
Al respecto, Díaz cuestionó la eliminación de programas, el intento de suprimir la figura del femicidio como agravante, y la desarticulación de áreas clave como el INADI. “Este es un gobierno que milita el odio y la discriminación”, aseguró, y alertó sobre un mensaje oficial que desalienta las denuncias por abusos o violencia.
Desde la provincia de Buenos Aires, Díaz reivindicó la decisión de Axel Kicillof de sostener con rango ministerial las políticas de género: “Con dificultades, seguimos acompañando a los municipios y articulando con otras provincias. Nación abandonó, pero nosotras sostenemos”.
En esa línea, destacó el trabajo conjunto con las 23 provincias a través de una red federal que sigue atendiendo casos, muchas veces de manera articulada entre distritos. “La vida de las personas continúa y el Estado tiene que dar respuestas. Para Milei es ‘sálvese quien pueda’. Para nosotras no”, afirmó.
Frente al avance de discursos negacionistas, Díaz llamó a una articulación amplia de luchas sociales. “El feminismo y los colectivos LGBTI+ entendieron que hay que unir reclamos. Por eso la movilización del 4 de junio, que acompaña también a jubilados, trabajadores, personas con discapacidad. Quieren borrar nuestras experiencias cotidianas y nuestras identidades. Hay que defenderlas”.
Finalmente, la ministra expresó una convicción clara: “Los cambios en los enfoques institucionales siguen en pie. La calle y las políticas públicas tienen que ir de la mano para defender los derechos conquistados”.
MOVILIZACIÓN
Bajo el lema “Unir las Luchas es la Tarea”, los movimientos feministas definieron marchar el próximo miércoles 4 junto a las y los jubilados y las y los trabajadores del Garrahan. La cita es en la Plaza de los Dos Congresos a las 16 horas. [El Teclado]