El intendente de Rivadavia, Juan Alberto Martínez (UxP), detalló cómo la merma constante en la coparticipación provincial, generada a partir de la recaudación de impuestos nacionales, impacta directamente en la capacidad de los municipios para prestar servicios esenciales y afrontar el pago de salarios.
En una entrevista en el programa radial Punto y Aparte, tal como publicó Rivadavia On Line, Martínez explicó que, si bien en enero hubo un leve aumento, en abril se registró una caída significativa del 18% en los fondos coparticipables.
"Hemos tenido una disminución constante de la coparticipación desde el año pasado. En abril cayó un 18%, y en otros municipios incluso llegó al 20%. Es mucho dinero que dejan de percibir los municipios, recursos destinados a servicios y al funcionamiento del hospital", señaló el intendente.
El intendente destacó que muchos municipios ya han declarado la emergencia económica o recurrido a préstamos para paliar la situación. Sin embargo, remarcó que Rivadavia se encuentra en una posición diferente gracias a una administración austera y eficiente llevada a cabo durante el año pasado, lo que permitió generar un superávit importante.
En un tono más optimista, Martínez destacó que actualmente hay nueve obras en marcha simultáneamente en el distrito, financiadas con recursos provinciales y municipales, incluyendo la refacción de la cocina del jardín maternal y diversos programas culturales, deportivos y educativos.
Finalmente, el jefe comunal expresó su preocupación por la medida del gobierno nacional de recortar programas de medicamentos y discapacidad, lo que genera "un conflicto al tener que asumir el municipio cuestiones que corresponden a la Nación, con una demanda triplicada en la atención de guardia".
Martínez también apuntó contra la oposición local, a quienes acusó de intentar "desfinanciar" su gestión. Según el intendente, por primera vez en la historia no se trató en tiempo y forma la ordenanza fiscal e impositiva, una herramienta fundamental para determinar los ingresos necesarios para gastos en obras, servicios y programas de salud. "No tuvimos la herramienta fundamental para gobernar", sentenció.
El jefe comunal lamentó que esta situación, marcada por un año electoral y cuestiones políticas, no sólo afecte a la gestión municipal, sino también a los vecinos. En cuanto a la fiscal impositiva, Martínez aclaró que se propuso una actualización basada en la inflación del año anterior.
La actual gestión de Rivadavia no pudo recaudar impuestos ni tasas viales o de servicios urbanos durante cuatro meses debido al impedimento opositor, lo que generó inconvenientes con proveedores. "Durante cuatro meses no pudimos recaudar ni un peso de impuestos. Nos sostuvimos por el superávit del año pasado y la gran gestión administrativa que tuvimos", afirmó.
A pesar de haber podido comenzar a cobrar nuevamente, Martínez lamentó que no se permitiera actualizar las tasas necesarias para que el municipio siga prestando los servicios esenciales. Comparó la situación con distritos vecinos, donde impuestos similares son significativamente más altos, lo que dificulta la reparación de maquinaria y el mantenimiento de servicios. "Todo lo que se recauda no es dinero del intendente", enfatizó, describiendo la herencia de un parque automotor "detonado" y la necesidad de comprar una retroexcavadora para estar preparados ante emergencias hídricas.
Martínez también criticó la ruptura de un acuerdo con la Sociedad Rural desde 2011 para el cobro de la tasa vial y de guías, impulsada por la oposición que, paradójicamente, durante 24 años no había tocado esa tasa. Esta decisión generó una pérdida de 400 millones de pesos anuales, en un intento de desfinanciar la gestión. A pesar de esto, el intendente aseguró que su administración hará todo lo posible para cumplir con los empleados municipales, pagar salarios y determinar un aumento salarial cuando la situación se regularice.