Tras cinco años de trabajo y no pocas complicaciones, se completó en Coronel Pringles la extracción de los huesos fosilizados de un perezoso gigante que vivió en la región entre 8.000 y 24.000 años atrás.
La novedad fue confirmada por la titular del área de Cultura pringlense, Eugenia Cavallaro; el coordinador de Museos, Lucas Tobio, y Cristian Oliva, coordinador del Observatorio Arqueológico y Paleontológico Litoral Sur, dependiente del Centro de Registro del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de la Provincia de Buenos Aires. "La idea inicial que tuvimos (tras el descubrimiento de los restos fósiles, en febrero de 2020) era extraer el bloque completo de suelo con el esqueleto. Desgraciadamente, a medida que fuimos desenterrando vimos que había varias fracturas grandes que partían el esqueleto en varios bloques; entonces, nos decidimos por hacer una extracción pieza por pieza", relató el paleontólogo Cristian Oliva.
"Primero sacamos las extremidades y el cráneo, que fue lo más fácil, y esta semana terminamos de extraer de lo que sería la parte central del esqueleto: la caja toráxica y las vértebras. Allí sí hicimos un "bochón" estructural (de suelo) y sacamos todo en una misma pieza", añadió.
El especialista refirió que en forma paralela, durante los últimos años, se hizo un relevamiento del sitio y se encontró fauna asociada, sobre todo de roedores. "Todos los restos se limpiarán y lo que esté en condiciones trataremos de exhibirlo en el museo", anticipó.
Tobio y Cavallaro destacaron que las demoras en extraer los restos se debieron a la necesidad de efectuar un minucioso trabajo de paleontología. "Ahora vendrá la parte del armado del esqueleto, que es no menos importante", subrayó Tobio.
"Hubiéramos querido hacer un trabajo más rápido, pero el trabajo científico demandó ciertos tiempos "?completó Cavallaro-. Lo bueno es que el fósil está extraído en forma completa, se encuentra en el laboratorio del museo de la ciudad y se empezará a trabajar allí en las piezas".
Los restos del perezoso gigante habían sido hallados en febrero de 2020 en un camino rural que conduce al Paraje La Paloma, a 9 kilómetros de la ciudad cabecera.
El hallazgo y la excavación quedaron de inmediato bajo la órbita del paleontólogo Cristian Oliva. "Hasta el momento se han encontrado parte del esqueleto y un cráneo. Sería de un animal de la familia de los perezosos terrestres. La edad aproximada del fósil es de entre 24.000 y 8.000 años", confirmó el científico en os días posteriores al descubrimiento.
En aquel momento reconoció que se trataba de "un hallazgo increíble", efectuado en el marco del mantenimiento de caminos rurales que realiza habitualmente la comuna. "Tenemos muy buenos yacimientos sobre el Quequén y sobre Indio Rico, pero no en lo que es la zona de Pringles en sí. Esto es todo un hallazgo fortuito que normalmente no se da", enfatizó.
En aquel entonces se estimaba que los trabajos para extraer los restos demandarían aproximadamente una semana. "Una vez terminadas las tareas complementarias de inventariado, restauración y todo lo que conlleva este tipo de descubrimiento, posiblemente el animal quede en Pringles", adelantó Oliva.
Sin embargo, pocos días después la pandemia de Covid-19 estalló en el mundo, lo que obligó a las autoridades nacionales a disponer un aislamiento domiciliario que paralizó por completo numerosas actividades no esenciales (incluyendo, obviamente, la extracción de restos fósiles).
Los trabajos recién se reanudaron en noviembre de 2021, casi dos años después de su interrupción. El reinicio de los trabajos permitió conocer más detalles del fósil, descripto como un perezoso terrestre gigante. "Realmente nos sorprendimos porque esperábamos encontrar mucho menos de lo que encontramos. El esqueleto está prácticamente completo. Tenemos más del 90% de lo que es el esqueleto del animal", señaló Cristian Oliva al reanudar las labores en inmediaciones de La Paloma.
El paleontólogo reconoció en ese momento que los trabajos de extracción estaban "un poco lentos" por la necesidad de mantener el estado de preservación del fósil. "No podemos trabajar muy rápido y todavía estamos encontrando piezas. Por suerte, y si las cosas van bien, van a aparecer más piezas. Inclusive puedo anticipar, casi con seguridad, que vamos a tener en su totalidad el esqueleto del animal", reveló.
"Realmente los esqueletos completos no son abundantes en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires. Sacando el estado de preservación, es increíble y muy interesante la manera en la que está expuesto", aseguró.
En aquel entonces las tareas consistían en "destapar y delimitar piezas". "No llegamos todavía a profundizar en lo que es el sedimento y estamos viendo la manera de hacer la extracción, porque por el tema del estado de preservación del fósil se complica mucho sacar las piezas por separado, como hicimos con el cráneo", comentó.
"Estamos viendo la mejor solución para extraerlo porque el esqueleto es articulado y tiene mucha cantidad de huesos. Estamos hablando de un esqueleto de 3 metros de largo, sumado al estado de preservación de las piezas, estamos viendo la posibilidad de hacer un bloque completo y sacar el esqueleto en un solo bloque. Si no podemos hacer eso, la idea que más nos gusta es dejar el esqueleto in situ y ver la posibilidad de hacer un museo o algo por el estilo en el sitio mismo del hallazgo", puntualizó Oliva hacia fines de 2021.
Oliva también mencionó que si bien en líneas generales el fósil estaba completo, el estado de conservación no era el óptimo. "Habrá que reforzarlo mucho y es peligroso sacarlo, por lo que estamos analizando cómo proceder para extraerlo. Una de las alternativas es sacar completo el esqueleto con un bochón estructural", reiteró.
Recordó además que el fósil ya había sido identificado como "un desirotérido", aunque reconoció que aún no se sabía "a cuál de las dos especies que existieron corresponde".
"Es un individuo adulto, de gran tamaño, del pleistoceno tardío, posiblemente la última edad de hielo o saliendo de la misma; de una edad de entre 8.500 a 24.000 años de antigüedad. Es una especie que coexistió con el ser humano y posiblemente el hombre haya sido su mayor y hasta el único depredador", dijo.
Las tareas de extracción siguieron durante 2022 y 2023, aunque no con la continuidad que se esperaba. A mediados del "?23 se comenzó a extraer tierra como parte del trabajo preliminar para después colocar un cerco perimetral en torno a los restos fósiles. Fue el paso previo a la extracción completa del bloque "que quedará encapsulado en una estructura que se diseñó específicamente para esto por un herrero local. Es un trabajo de ingeniería que nunca se ha hecho en Pringles porque es raro encontrar una situación de estas características. Todo está hecho a medida para esta circunstancia particular", explicó en aquel momento Lucas Tobio.
"Lo que hicimos fue la etapa importante, con maquinaria pesada para el zanjeo perimetral. Luego el trabajo se continuó a pala, pico y pincel hasta llegar al fósil. Una vez que se llega al mismo se colocan los chapones perimetrales y después trabajo de máquina para la extracción definitiva", enumeró.
Fuente: El Diario de Pringles