Un grave episodio de violencia sacude a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Mar del Plata. Fernando Scholtus, Decano de la institución, fue denunciado penalmente por un trabajador de la sede que sufrió un atentado contra su vehículo: dos neumáticos fueron tajados mientras el auto permanecía estacionado en la puerta de la facultad.
El hecho ocurrió en un contexto de creciente tensión interna, marcado por enfrentamientos entre las autoridades y el gremio de trabajadores no docentes, que alcanzó su punto más álgido con el primer paro de la historia de la Regional. La medida gremial fue tomada en protesta por el despido que consideran injustificado de una empleada administrativa.
La víctima del ataque es el Director Administrativo, quien al finalizar su jornada laboral descubrió que su auto había sido dañado. Tras realizar la denuncia en la Prefectura, accedió a las imágenes de una cámara de seguridad de un comercio cercano, donde se identificó a un empleado de confianza del Decano cometiendo el acto vandálico.
Sin embargo, lejos de colaborar con el esclarecimiento del hecho, Scholtus se negó a entregar las filmaciones registradas por las cámaras de seguridad del predio universitario y optó por encubrir al implicado, lo que despertó sospechas de una posible orden directa.
La denuncia escaló institucionalmente: primero fue presentada ante el Consejo Directivo, que rechazó la moción de repudio y se negó a revisar las grabaciones. El tema llegó al Consejo Superior de la UTN el pasado 16 de abril, donde Norberto Gutiérrez, secretario general del gremio no docente a nivel nacional, expuso la situación frente a representantes de las 30 sedes que tiene la universidad en todo el país.
Actualmente, la causa se encuentra en proceso de investigación en la Fiscalía Federal de Flagrancia, ubicada en el edificio del Ministerio Público Fiscal de La Rioja 2327. La comunidad educativa espera que la Justicia actúe con celeridad.
Este hecho no sería aislado. Desde distintos sectores de la UTN Mar del Plata denuncian un clima creciente de hostigamiento, persecuciones internas, agresiones físicas, violencia entre estudiantes, docentes y no docentes, y hasta falsas denuncias relacionadas con temas de género. Un escenario que muchos asocian con los peores momentos institucionales vividos en la facultad. [El Teclado]