El ex intendente peronista de General Villegas, y ahora candidato de Juntos por el Cambio, Alberto Alegre, se impuso en la interna y el espacio superó a Unión por la Patria, con el 53,87% de los votos.

Alegre fue intendente de General Villega desde 1995 hasta 2015, pero en 2013 renunció para asumir una banca en la Cámara de Diputados, por el espacio del Frente Renovador. Tras la decisión de Sergio Massa de negociar con el kirchnerismo para formar parte del Frente de Todos (hoy Unión por la Patria), Alegre abandonó el espacio para encolumnarse dentro de Juntos por el Cambio, de la mano de Miguel Pichetto. 

En una entrevista con El Teclado, el candidato aseguró que su larga trayectoria y reconocido prestigio ayudó a obtener el triunfo en el distrito, que actualmente es gobernado por Eduardo Campana, quien no quiso ir por el tercer mandato. 

Tras ganar la interna, en la que enfrentó a los precandidatos Juan José Tomaselli, Marina Justo y Romina Dominguez Carvalho, Alegre confirmó que está “abierto al diálogo para tratar de encontrar un acuerdo con todas las fuerzas”, de cara a las elecciones generales de octubre. 

Por otro lado, analizó los resultados de las PASO que dejaron a Javier Milei como el principal ganador de estas elecciones, y apuntó a “que tiene mucho que ver con la decepción de la sociedad que tiene, con nosotros los políticos tradicionales”. 

“Dentro de Juntos por el Cambio, me parece que debería haber algún nivel de negociación distinta para presentarse a la sociedad como una fuerza homogénea, solucionando los problemas”, concluyó Gilberto Alegre. 

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- ¿Qué análisis hace de estas elecciones?

Realmente fue una elección un poquito particular. No hubo forma de llegar a un consenso, y Juntos por el Cambio se fracturó en tres espacios. Yo intervine en representación del Peronismo Republicano, de Miguel Ángel Pichetto. 

La gestión (de Eduardo Campana) venía de una mala performance, y eso, sin duda, facilitó el mal desarrollo de los candidatos del oficialismo. 

Tengo una larga historia en la gestión municipal, fui intendente, después renuncié y fui diputado nacional, y ahora vuelvo después de 10 años. Tengo una larga trayectoria y un reconocido prestigio en la gestión, y seguramente eso también me ayudó a obtener un triunfo importante, que no se vio solamente en las PASO, sino también en la general. 

- ¿Qué significa para usted volver al municipio, volver a ser candidato a Intendente después de 10 años y en una realidad totalmente distinta?

Hay un famoso dicho que dice que uno nunca se baña en el mismo río. Sin lugar a duda, el río en el que ingresé hace 20 años no era este. Estuve 18 años de intendente, más 10 años para volver, son 28 años: este río no es el mismo. 

Pero también la experiencia que uno ha acumulado a lo largo de estos años hace que también enfrente las cosas de una manera totalmente distinta.

Nosotros, de los 18 años de municipio, jamás cerramos el presupuesto con déficit. Teníamos muchos recursos, hicimos muchas obras, y eso nos facilitó hoy en día la consideración de la gente. 

- Recién mencionaba que el Intendente Campana había hecho una mala performance. ¿Qué balance hace de la gestión? 

Mala. Campana cerró el presupuesto del ejercicio anterior con un excedente financiero de casi 500 millones de pesos, y digo claramente que son deudas que nos deja la Municipalidad. Y eso la gente lo ve.

- ¿Qué análisis hace de los resultados a nivel nacional? 

Creo que tiene mucho que ver con la decepción que la sociedad tiene con nosotros los políticos tradicionales. Sin ninguna duda, esta crisis la generaron los políticos, y que ahora se presentan para tratar de solucionar los problemas. La gente tampoco cree en eso. 

Dentro de Juntos por el Cambio, me parece que debería haber algún nivel de negociación distinta para presentarse a la sociedad como una fuerza homogénea, solucionando los problemas. Y eso no ocurrió. 

Y del lado del oficialismo, veremos qué es lo pasa con su superministro. No creo que ese hombre pueda llegar a ser el que nos va a resolver los problemas. Y el problema más grave no es solamente de ellos, sino que ellos tampoco lo están viendo. Y si lo están viendo, no lo están considerando, porque el resultado de lo que ocurrió en Tigre (Malena Galmarini, esposa de Massa, perdió la interna de UxP) por ejemplo, y nos indica que la figura de Massa está agotada.

Entonces, ¿cómo podemos pensar que esta gente puede solucionar los problemas? No, no es verdad. Entonces, si vemos que el oficialismo está en una situación de crisis profunda, si vemos que la fuerza principal opositora, no ofrece una propuesta razonable y justa, es lógico que un outsider, como Milei, aparezca con grandes expectativas para las próximas elecciones. 

Pero todavía falta un tiempo, falta un trecho. Hay que ver cómo reacciona Juntos por el Cambio con una candidatura única. Pero tampoco veo como positivo que Macri se constituya en el referente del espacio. Macri también se puede ir con un fracaso rotundo. 

Entonces, si nosotros vamos a creer que Macri ahora es la solución de lo que no hizo en su momento, también estamos complicados, porque esto  fortalece la expectativa de Milei.

Nosotros deberíamos dejar que Bullrich trabaje sola en la expresión de sus candidaturas, y no que aparezca Macri. 

- ¿Y cómo cree que se tiene que revertir esta situación? 

Hay mucho descontento. Lo que suma Mile es mucho voto bronca. Hay muchos que votaron en esta dirección y otros que no fueron a votar. Hay cuestiones que se pueden trabajar, y que sin lugar a dudas necesitan otro tipo de planteos. Honestamente, yo creo que el kirchnerismo está totalmente agotado. 

- De acá a octubre, ¿Cómo va a ser el trabajo con el resto de los precandidatos que perdieron la interna? 

Estoy abierto al diálogo para tratar de encontrar un acuerdo con todas las fuerzas. Y ese es el camino que vamos a seguir. 

Nosotros ganamos, sin ninguna duda, la interna y ganamos las generales. Hay un nivel de consideración importante que tenemos dentro de la sociedad.  Nosotros no estamos dispuestos a cerrarnos y no conversar para encontrar un camino más. [El Teclado]