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  Especiales   02.04.2023 - 12:00   
A 41 AÑOS DE LA GUERRA
Generación Malvinas: hijos e hijas de veteranos y el objetivo de visibilizar la causa
Desde muy chicos acompañan a sus padres en actos y presentaciones y ahora son ellos y ellas quienes cuentan la historia. Algunos nacieron después de la guerra pero otros recuerdan esos días de espera incierta.
Generación Malvinas: hijos e hijas de veteranos y el objetivo de visibilizar la causa
Parte del grupo de Generación Malvinas de Río Grande. [Foto: Instagram].
Por: Luciana Mateo

Fotos y videos que aparecen décadas después, imágenes y sonidos que tal vez se creían perdidos pero que traen recuerdos, sensibilizan y los llevan por un ratito al pasado.

Entre esas memorias pero también en las calles, las plazas, las escuelas y los clubes viven y trabajan los hijos e hijas de veteranos de guerra que conforman Generación Malvinas, un colectivo de familiares de ex combatientes de distintas regiones del país que está tomando la posta de sus padres en la tarea de mantener viva la memoria en torno a la guerra de Malvinas.

“Apoyamos a los veteranos en sus actividades y no hacemos nada sin su consentimiento. Al mismo tiempo nos educamos a nosotros mismos para que, cuando ellos ya no estén, podamos informar a las futuras generaciones sobre lo que nuestros padres vivieron”, explica a El Teclado Juan Ramón González (51) -“Trapo”-, representante de La Rioja y uno de los fundadores de la agrupación a nivel nacional. 

“El objetivo es tratar de contar historias y no historietas: qué vivieron y qué sintieron ellos, y qué vivimos las familias también”, agrega.

En 1982, los González vivían en Comodoro Rivadavia, Chubut, en un barrio pegado al Aeropuerto, “un lugar estratégico en el conflicto bélico, donde se hacía el puente aéreo para Malvinas”, recuerda “Trapo”.

Su padre -que también se llamaba Juan Ramón- tenía entre sus responsabilidades la carga y descarga de todo tipo de material (bélico, de comida, de ropa) entre Comodoro y las Islas. 

“Él iba a los diferentes puestos de combate y entregaba lo que llevaba según las necesidades y las posibilidades”, señala Juan Ramón y destaca que su papá -fallecido en diciembre de 2019- lloraba de la frustración por “no haber podido dar más porque no contaban con los medios para hacerlo”.

A nivel nacional Generación Malvinas comenzó a existir oficialmente en 2018 pero hay agrupaciones regionales que la conforman que surgieron varios años antes, como la de Río Grande, en la provincia de Tierra del Fuego, que tiene más de 15 años.

Vanesa Campos (46) es, junto a su hijo, una de sus integrantes. Tenía 5 años cuando en marzo de 1982 su padre José Luis fue a las islas Georgias del Sur. “Mi papá hacía abastecimiento en las bases antárticas desde la embarcación Bahía Paraíso”, cuenta Vanesa a El Teclado

“Durante toda la guerra no tuvo comunicación con la familia, no sabíamos dónde y cómo estaba, ni siquiera sabíamos si estaba vivo”, relata.

El grupo que integraba su padre estaba bajo el mando del entonces teniente Alfredo Astiz, condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar.

Los recuerdos de Vanesa son vívidos pero aparecen como pantallazos. “Yo estaba en primer grado, me acuerdo de que un día se cantó el himno por las Malvinas; también que la maestra nos pedía que juntáramos alfajores, chocolates y ropa de abrigo para mandar a los soldados”, sostiene.

Vanesa se acuerda además de “las madrugadas en que mi mamá se quedaba en la cocina junto a su madre, mi nona, escuchando la radio para ver si podían tener alguna noticia”.

Sobre los recordatorios de la guerra contra Gran Bretaña, Vanesa explica que “en Río Grande el trabajo fuerte se da a partir de febrero, cuando los veteranos empiezan a armar el cronograma para la conmemoración. Al ser Capital Nacionalde la Vigilia desde 2013, en Río Grande se arma una carpa por la que pasan miles de personas, entre ellos alumnos de todos los niveles educativos; hay muestras de fotos, charlas y se proyectan videos”.

Hoy su padre tiene 71 años, vive en Córdoba y viaja cada año a Río Grande para participar de la vigilia. “El reencuentro con sus compañeros es muy emotivo, de solo verlos se te eriza la piel”, asegura Vanesa.

La "carpa de la vigilia" en Río Grande. [Foto: Instagram].

Yésica Duhau (36) forma parte de Generación Malvinas Olavarría e integra la comisión nacional de la organización. Es hija de Haroldo Duhau -“Josi”-, cabo II de la Compañía de Anfibios.

Como la mayoría de los miembros de Generación, Yésica empezó acompañando a su padre desde muy chica en cada acto y presentación pública que se hacía en la ciudad.

“Esto no es nada nuevo, nosotros -tiene un hermano- siempre acompañamos a papá. La causa de Malvinas es parte importante de nuestra historia. A mi siempre me despertó muchísimo interés y respeto. Siento mucho amor y orgullo por mi viejo”, dice Yésica ante la consulta de El Teclado.

“Él tuvo la misión de colocar campos minados -detalla- y, una vez terminada la guerra, se quedó prisionero durante un mes más para la remoción de las minas. En mi familia se cuenta que todos sus compañeros volvían al continente y que él no, así que estuvieron un mes yendo a la terminal para ver si llegaba en el micro”.

El objetivo principal de este colectivo es visibilizar y concientizar sobre lo sucedido y que la historia de Malvinas no caiga en el olvido. En definitiva, “malvinizar”, como le llaman los miembros de Generación. 

Las actividades que llevan adelante son variadas y exceden la mera participación en actos conmemorativos: van desde la concurrencia a escuelas y jardines de infantes para contar a los alumnos sobre la guerra, sus causas y consecuencias -siempre con contenido adaptado a la edad- hasta la realización de eventos deportivos como una maratón en nombre de la gesta de Malvinas.

Yesica, por ejemplo, se pone cada año su traje de estatua viviente -se hace llamar “Soberana”- y les cuenta la historia a niños y niñas del nivel inicial con islas de goma espuma. 

“Para los más chiquitos organizamos concursos de arte y para los adolescentes un celumetraje -concurso con celulares-, donde pueden contar en pocos segundos qué es lo saben de la causa de Malvinas”, explica.

CONTAR LA VERDADERA HISTORIA

Contra los relatos estereotipados que abundan sobre el conflicto bélico que se desarrolló entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, Juan Ramón González apunta a que la historia oficial incluya materiales sobre soberanía nacional, que cuente las trayectorias diversas -en tierra, agua o aire- de quienes fueron los protagonistas de la gesta y cuáles fueron las razones geopolíticas que condujeron a la guerra. 

En definitiva, que la narrativa no se quede en la enumeración de la cantidad de soldados muertos y heridos. 

“Hay mucho desconocimiento; cuando pedís en una institución educativa que hagan un dibujo de Malvinas, los chicos dibujan granaderos o soldaditos antiguos”, señala Juan Ramón.

El referente de Generación La Rioja considera que “así como estudiamos la historia de Egipto o de la Revolución Cubana, creo que Educación de la Nación debería incluir en la currícula una materia que cuente la historia de Malvinas”.  

Generación Malvinas de La Rioja. [Foto: Facebook].

Gracias al avance tecnológico que permite recuperar y difundir archivos de hace más de 4 décadas, los ex combatientes y sus familiares todavía se encuentran cada tanto con algún material inédito de aquella época. 

Es así como una foto, un video o una simple grabación de audio pueden tocar la fibra más íntima, sacudir la memoria y hacer regresar, por un ratito, al pasado.

“30 años después de la guerra, mi padre encontró una foto suya en un video de homenaje a los veteranos. Estaba con otros compañeros en un avión que iba a Malvinas. Esa imagen tiene un valor muy grande a nivel familiar”, dice Juan Ramón. 

Vanesa Campos cuenta que hace poco encontró en la web una foto de la guerra en la que aparece su papá, una imagen que ni él sabía que existía. Buscando en Internet dio además con un video del momento del izamiento de la bandera argentina en Puerto Leith, en Georgias del Sur, en marzo de 1982.

“Mi papá me contaba que ese día cantaban el himno como si fuera la última vez. Siempre había visto el video sin sonido, pero el año pasado un señor me lo mandó, lo había encontrado en un documental británico, donde se escucha el audio. Para mí eso es impresionante”, recalca Vanesa.

VOLVER A LAS ISLAS

Ya sea elaborar el duelo, homenajear a los ex combatientes que murieron -fueron 649 argentinos en combate- o simplemente reconocer el territorio por el que se transitó, la fantasía de volver a las Islas es recurrente entre veteranos y sus familiares. 

“Mi sueño es conocer Malvinas junto a mi papá”, sostiene Yésica Duhau. Él volvió en 2008 por una gestión del entonces intendente de Olavarría, José Eseverri.

“Muchos necesitan volver para hacer una especie de cierre”, asegura.

Vanesa cree que su padre, en cambio, “no está preparado” aún para hacerlo.

Los y las integrantes de Generación coinciden en que su labor es fundamental para que la historia del conflicto bélico y sus protagonistas no caigan en el olvido. Y destacan que la lucha no terminó con la rendición de las tropas argentinas el 14 de junio sino que debe continuarse, obviamente que por otros medios.

“Creo que hoy tenemos que seguir peleando en la causa de Malvinas, sin armas; con la voz y con las letras”, dice Juan Ramón.

Y concluye compartiendo un recuerdo valioso: “Julio Ezequiel Cepeda, veterano del Crucero General Belgrano, me dijo: el día que muera el último veterano de guerra, se quemará la última hoja de la historia viva de la guerra de Malvinas”.

Por eso -insiste- es fundamental tomar la posta que dejó su padre y continuar con su legado. [El Teclado]

El año pasado, cuando se cumplieron 40 años de la guerra, Yésica Duhau (Olavarría), Vanesa Campos (Río Grande) y Jorge Arce (Jujuy) idearon el proyecto Tierra Mía.

La iniciativa que se concretó gracias al aporte de centros de Veteranos de Guerra de todo el país tuvo como objetivo la recolección de tierra de cada provincia argentina que será enviada en distintos cofres al Cementerio de Darwin -donde están sepultados los restos de los soldados argentinos muertos en la guerra- el día que se pueda ingresar a las Islas sin pasaporte. 

Hasta ese momento, la tierra que se planea esparcir permanecerá a resguardo en el Museo de Veteranos de Río Grande.




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