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EL TECLADO | Especiales  Viernes 03 de Junio del 2022 - 09:00 hs.                1437
  Especiales   03.06.2022 - 09:00   
NI UNA MENOS
El femicidio de Chiara Páez, el crimen detrás del primer Ni Una Menos
La adolescente fue asesinada por Manuel Mansilla el 10 de mayo de 2015 en la localidad de Rufino. El caso motivó la primera movilización nacional en contra de la violencia machista. Por un fallo de la Corte santafesina, el femicida podría acceder en corto tiempo al beneficio de salidas transitorias dado que está por cumplir la mitad de la condena.
El femicidio de Chiara Páez, el crimen detrás del primer Ni Una Menos

El 3 de junio el nombre de Chiara Páez sobrevuela las banderas, los carteles y canciones que exigen “Ni Una Menos”. Su crimen, el hallazgo de su cuerpo femenizado, originó un movimiento, una lucha contra la violencia machista que engloba los reclamos del colectivo de mujeres y diversidades. A siete años de aquel crimen, El Teclado repasó la historia de esta adolescente asesinada por su novio y el estado de la causa.

Chiara hoy tendría 21 años. Cuando el 10 de mayo de 2015 su novio de 16, Manuel Mansilla, la golpeó hasta matarla recién había cumplido 14. Estaba embarazada de 2 meses, y durante las horas que estuvo desaparecida, todo Rufino, el distrito santafesino donde vivía, la buscó. Su crimen, era el décimo femicidio en aquella provincia, el décimo en seis meses.

Cuando se confirmó el hallazgo de su cuerpo sin vida, un grupo de periodistas capitalinas convocaron vía redes sociales a la primera movilización nacional en contra de la violencia machista. Con la consigna Ni Una Menos, aquel el 3 de junio pasó a la historia.

“No tengo más que palabras de agradecimiento a ese primer colectivo de mujeres, a ese grupo de periodistas que tomaron el caso de Chiara y organizaron la marcha”, señaló hace un tiempo a El Teclado Verónica Camargo, mamá de Chiara, quien aquel año viajó a la Ciudad de Buenos Aires, encabezó la movilización y acompañó la lectura de un documento junto a otros familiares de víctimas de violencia de género. “Fui muy mimada y contenida en ese día, en el Congreso, porque todo era muy reciente, no había pasado un mes (del femicidio), no estaba acostumbrada a esa exposición y todo era difícil. Estoy muy agradecida con ese grupo de periodistas”, resaltó.

Verónica ya no participa de las movilizaciones de Ni Una Menos por diferencias en las consignas, sobre todo las relativas a la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.

Publicada por Ni una menos en Lunes, 8 de junio de 2015

Verónica siempre fue muy religiosa y tras el femicidio de su hija dice que la fe en Dios la salvó. “La religión me ayudó a mantenerme fuerte, tener paz, tranquilidad, más allá del dolor. Sé que a Chiari la tengo de otra manera porque lo que pasó no lo puedo cambiar, pero tuve que salir adelante no sólo para reclamar justicia, sino por Romi, mi otra hija, para quien no quiero ser una carga. No era bueno ni justo para ella que yo me encerrara en una habitación a llorar”, señaló.

Si bien siempre estuvo involucrada con lo social participando de distintas actividades solidarias, después del femicidio de Chiara se abocó puntualmente a la lucha contra la violencia de género y en el movimiento por la vida. “Estamos en un grupo de formación que se llama Vidas Libres de Violencia que, si bien trabaja en la prevención de todas las violencias hace especial hincapié en la violencia contra la mujer”, contó Verónica.

Con la muerte de su hija no sólo encontró un espacio de contención en la Iglesia, sino también en un grupo de madres que como ella sufrieron la misma pérdida. “Tenemos un grupito de WhatsApp con algunas mamás de víctimas de violencia de género donde nos acompañamos y nos damos fuerza”, contó y detalló que está en contacto con Adriana Belmonte, la mamá de Lola Chomnalez; con Jimena Aduriz, mamá de Ángeles Rawson; con Marta Montero, mamá de Lucía Pérez; Karina Lopinto, mamá de Daiana García y hasta su fallecimiento con Gladys Steffani, madre de María José Coni. Además, por afuera de ese grupo está en comunicación con Carola Labrador, mamá de Candela Sol Rodríguez; con Patricia Nasuti, mamá de Úrsula Bahillo y con Graciela Sosa, mamá de Fernando Báez Sosa.

LA CAUSA

Manuel Mansilla fue condenado en septiembre de 2017 a 21 años y seis meses de prisión por el femicidio de Chiara, en una sentencia dictada por el juez Javier Prado y confirmada por un tribunal de alzada en marzo de 2018.

Sin embargo, en febrero de este año la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe anuló la pena y ordenó que la misma sea nuevamente establecida, pero por un tribunal de la Justicia de Menores.

El colectivo NI UNA MENOS en su última reunión

Publicada por Ni una menos en Domingo, 31 de mayo de 2015


El fallo de la Corte estableció que es aplicable al caso una sanción correspondiente a la "tentativa de homicidio", cuya escala penal va de 10 a 15 años, al fundar su resolución en el artículo 4 de la ley 22.278 sobre el régimen juvenil penal.

Según se explicó, el femicida, que al momento de cometer el femicidio de Páez tenía 17 años, podría acceder en corto tiempo al beneficio de salidas transitorias dado que está por cumplir la mitad de la condena, aunque todavía otro tribunal debe establecer el nuevo monto de la pena.  [El Teclado]





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