Más de 70 mil personas se congregaron esta tarde en Avellaneda para participar del cierre de campaña de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchher. La fecha y el lugar elegido fueron todo un símbolo: un vísperas del Día de la Lealtad, y en el Estadio Juan Domingo Perón de Avellaneda. El discurso peronista flotó en el aire durante todo el acto.

CFK salió a la cancha -literalmente- luego de su compañero de fórmula Jorge Taiana -a quien el micrófono le jugó una mala pasada y se lo escuchó lento y adormecido-, y Fernanda Vallejos, la primera en la lista de candidatos a diputados nacionales.

“Hoy tenemos un Gobierno que prometió el oro y el moro, prometió pobreza cero, que no habría tarifazos, que ningún trabajador pagaría impuesto a las ganancias, que todo lo bueno se iba a respetar y que sólo se cambiaría lo que estaba mal. Hoy aquí después de veinte meses de Gobierno podemos comprobar que la única lealtad de (Mauricio) Macri es a los grupos concentrados de la economía, es a las mineras, lealtad a los fondos buitres, lealtad a su familia, a sus amigos y a sus socios”, dijo la candidata a senadora.

Allí, ante un público colmado de banderas e imágenes de Milagro Sala y Santiago Maldonado, la ex presidenta sostuvo que “ser peronista hoy es decir basta ya Macri con tanta malaria para el pueblo. Si Perón y Evita estuviera aquí, ¿a quien votarían? Evita a Cristina, Perón a Taiana y los dos juntos a Unidad Ciudadana”, dijo CFK, en lo que fueron las palabras más resonantes e inteligentes de su discurso. En ese momento, el peronómetro sonó como una chicharra que canta una victoria. “Aunque no seas peronista, te tenés que dar cuenta que lo que está pasando en la Argentina no es bueno. No se puede ir por la vida endeudándose de la manera en que los estamos haciendo. Ya lo vivimos. No hay que ser peronista para acordarse de eso, basta con ser argentino y tener memoria”, dijo después.

La ex presidenta le dedicó algunas palabras a Margarita Stolbizer sin nombrarla, y le recordó cuando votó a favor de la ley de flexibilización laboral en 98.  "Me tocó junto a otros cuatro compañeros diputados en el '98 frenar durante un mes el quórum para que no se aprobara la flexibilización laboral de Erman González. Éramos 5 nada más. Pero me acuerdo que una diputada de la primera Alianza fue la miembro informante, fue la diputada que presentó, fundamentó y pidió el voto para aprobar esa ley contra los trabajadores. Esa diputada hoy acompaña, dicen que desde la oposición, una fórmula como senadora. Dice que no va a votar en contra de los trabajadores. ¿Y cómo le voy a creer si ya lo hizo una vez?", ironizó.

Finalmente, ya disfónica, manifestó: "Me quedo sin voz pero con todo el corazón de ustedes, para ponerlo en las urnas y llenarlos de ilusiones, de sueños y de amor a la patria". [El Teclado]