En medio de la pelea de adultos, entre amparos, respuestas u contra respuestas, los chicos tienen voz para halar sobre un tema que les pega de lleno: la suspensión de las clases presenciales en los colegios del AMBA. 

El Teclado recogió estos testimonios, dando lugar al derecho a opinar que tienen los más chicos en el marco de la Convención Internacional de los Derechos del Niño: 

- Justina, 4 años: "Quiero ir al jardín porque quiero jugar con los amigos y la maestra".

- Mateo, 4 años: "Estoy triste porque no puedo ir al jardín".

- Ailén, 5 años: "Me da pena no ir al cole. Me da mucha tristeza. No puedo abrazar a nadie y encima el coronavirus se hace más fuerte. Voy a extrañar a la seño Marianita, porque ni la burbuja 1, ni la burbuja 2, ni la burbuja 3, puede ir. Nos estamos cuidado pero prometimos hacer zoom".

- León, 6 años: "Los protocolos para mí están bien. Yo estoy triste porque también me encanta la escuela".

- Pedro, 7 años: "Prefiero las clases presenciales así veo a mis amigos".

- Sofía, 7 años: "Estoy triste por no ir al colegio. Me quedo con mis papas en mi casa pero cuando salgo a la calle está el covid, y tengo que salir con el tapabocas".

- Francesca, 7 años: "La escuela necesita de los nenes para estudiar y aprender. Y la escuela necesita ayuda. Yo sí quiero ir a la escuela".

- Camila, 8 años: "Opino que es porque hay muchos casos y es por dos semanas para que no haya cuarentena todo el año, como pasó el año pasado".

- Juan, 8 años: "Las clases por zoom por dos semanas me ponen triste porque quiero estar con mis amigos en la escuela, porque me entretiene. Pero por otro lado me pone feliz, por el coronavirus".

- Catalina, 10 años: "Para mí está bien que se suspendan las clases aunque me dé un poquito de bronca. Está mal que la gente no se cuide y no use barbijo".

- Pilar, 10 años: "A mí no me gustó la noticia, porque tengo ganas de volver a la escuela y reencontrarme con mis compañeros".

- Emilia, 10 años: "Estoy a favor del paro para la escuela porque si los casos siguen subiendo puede terminar mal. Es por la salud de todos".

- Julieta, 10 años: "Pienso que la suspensión de clases está bien. Es para protegernos entre todos".

- Sofía, 10 años: "Yo estoy triste porque se suspendieron las clases, pero es para bajar los contagios. Es por dos semanas y después vamos a poder volver. La seño me explicó hoy que es una clase, pero de diferente manera".

- Catalina, 10 años: "A mí no me gustó la noticia porque estuve con covid y justo iba a arrancar las clases. Así que no me gustó".

- Elena, 10 años: "Me gusta que los chicos puedan aprender y verse con otros chicos, y aprender cosas que la seño no puede enseñar por una computadora. En primaria se respetan las normas, pero en secundaria no mantienen la distancia".

- Enzo, 10 años: "Prefiero las clases presenciales"

- Caetano, 10 años: "Para mí esta bien que no vayamos al colegio, para cuidarnos nosotros y a nuestras familias".

- Sofía, 12 años: "Es más difícil ver a un familiar llorando porque una persona no está. Yo sé que no van a ser dos semanas, y que por ahí los contagios no son en las escuelas, pero hay profesores que van de una escuela a otra en trasporte público. Y hay chicos que viajan en trenes, en colectivo".

La psicopedagoga Mónica Czerlowski habló con El Teclado Radio sobre cómo impacta en los menores la suspensión de la presencialidad escolar y sugirió estrategias para que los padres o madres puedan trabajar con los más chicos los temores que se despertaron en sus psiquis desde la irrupción del coronavirus.

Respecto al pase la virtualidad de los contenidos escolares, la profesional consideró: “Yo escucho las dos campanas; los chicos lo viven con mucha angustia, fue algo muy anhelado la socialización y el compartir con amigos”. Y aclaró: “Pero hay otros niños que se acostumbraron a estar en casa y esto no los angustia específicamente, sino que quedarse adentro les resulta más cómodo, más seguro”.

“La educación es un área tensionante, cuando uno toma medidas siempre hay algo que se gana y algo que se pierde. Pero, compartamos ideológicamente o no, es importante explicarle a los chicos el sentido de la medida, para que no lo tomen como algo caprichoso o arbitrario”, explicó.

En ese sentido, sugirió que, mientras dure la suspensión de la presencialidad, hay que darles lugar a los chicos y no cortarles los vínculos con los pares. Es decir, incentivar el contacto virtual o en espacio seguros –al aire libre y con distanciamiento- para que puedan vincularse con sus compañeros y compañeras. [El Teclado]

“Venimos de una experiencia de todo un año sin escuela y tenemos la angustia o la amenaza de no saber cuánto va a durar”, esbozó sobre el malestar que hay en las infancias. Y aconsejó: “Cuando un chico llora, lo primero que hay que hacer es generar un espacio de escucha, preguntarle qué siente. No dar por sentado nada”. [El Teclado]