Pasaron las elecciones generales del 27 de octubre y las tensiones al interior de Juntos por el Cambio resurgieron tras conocerse la derrota, tanto a nivel nacional como en la provincia de Buenos Aires. En medio de los rumores por un presunto malestar entre ambos, el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal se dieron cita en la Casa Rosada para hablar de las transiciones de sus respectivos mandatos.

Vidal llegó a la sede de Balcarce 50, cerca de las 16:30 del jueves y se retiró una hora y media después, sin hacer declaraciones a los periodistas, según públicó NA.

Las versiones de tensión entre ambos surgieron por la campaña electoral y también por sus futuros roles como dirigentes opositores. Tras las marchas del Sí se puede por todo el país, y el crecimiento que tuvo a nivel electoral entre las primarias y las generales, Mauricio Macri buscará ejercer el rol de jefe de la oposición a partir del 10 de diciembre, momento en que Alberto y Cristina Fernández asuman como presidente y vice, respectivamente.

Vidal, por su parte, tuvo que afrontar la derrota en el distrito en el que buscaba la reelección, y en los últimos días se habló de un duro enfrentamiento que habría tenido con Marcos Peña, que viene de tiempo atrás, cuando desde la provincia apuntaban a desdoblar la elección, algo que el jefe de Gabinete no acompañó. La mandataria provincial dijo, incluso antes de conocerse los resultados que consagraron a Axel Kicillof como gobernador, que seguirá vinculada a la política y en particular que tiene "un compromiso con los bonarenses". 

Tanto Vidal como Macri, que desde diciembre buscarán posicionarse como referentes del arco opositor, ya mantuvieron sus primeros encuentros con quienes los sucederán en sus cargos.

El presidente se reunió con Fernández en un desayuno privado en Casa Rosada, mientras que Vidal hizo lo propio en La Plata con Kicillof, donde ambos acordaron iniciar la transición. [El Teclado]