[MAR DEL PLATA]

Arroyo planea enrejar el municipio por más de 4 millones de pesos y desata las críticas de la oposición

Lunes, 01 de Octubre del 2018 - 16:16 hs.

Carta Abierta al Intendente Carlos F. Arroyo

Le escribimos esta carta desde el más profundo dolor. Con las últimas estadísticas del INDEC a un costado, en un papel recién impreso. Sería hipócrita decir que nos asombran los números, porque es una situación que venimos denunciando desde hace largos meses, pero sentarnos y ver en frío una tabla donde indica que tantos miles de vecinos y vecinas están sufriendo las miserias de esta crisis es realmente impactante. Porque sabemos que es complicadísimo construir perspectivas de futuro cuando una generación entera se está alimentando mal, porque nos duele cada panza que se va a dormir vacía.

 

Y aparecen estos tristes números en los días en que usted planea enrejar el Palacio Municipal mediante un llamado a licitación con un presupuesto oficial de $4.510.300. Si, en el marco de esta tragedia social, entiende que es el momento de ejecutar semejante inversión. Y ¿para qué enrejar el Municipio?

Sin lugar a dudas, ya nos hemos acostumbrado a la presencia de restricciones en las políticas que lleva adelante este modelo de Estado, pero no por ello debemos dejar de reflexionar. Las rejas buscan alejar, separar, dividir un lugar de otro. El tema es que, Sr. Intendente, no está proponiendo colocar rejas a su casa, sino en el Palacio Municipal: un edificio público donde no solo funciona su oficina, sino muchas otras de diversas áreas e incumbencias. Por ejemplo quedaría dentro de las rejas el funcionamiento de Honorable Concejo Deliberante, poder independiente de figura, como lo establece nuestro sistema republicano.
 

"No es momento para pensar en rejas. Los índices de pobreza e indigencia en la ciudad que conduce, afectan a 127.000 y 31.000 de personas".


Nos seguimos preguntando ¿para qué las rejas en el Municipio?. Esperamos que no sea para alejar a quienes reclamamos por nuestros derechos. No es bueno para nuestro sistema democrático intentar alejarnos del que piensa diferente y se manifiestan en base a ello. Somos conscientes de que al poder de turno, en más de una oportunidad, les parecemos peligrosos y peligrosas quienes luchamos por nuestros derechos, quienes no nos olvidamos que no están administrando su casa, sino la casa de todos y todas. No sería sano encerrarse para no escuchar a quienes, de diversas formas, se acercan a pedirles lo que están obligados a hacer. No es sano para nuestra ciudad que conciban una gestión para adentro, enrejada, chica y de poca visión hacia el “afuera”.

No es momento para pensar en rejas. Los índices de pobreza e indigencia en la ciudad que conduce, afectan a 127.000 y 31.000 de personas. Decenas de miles de nuestros vecinos y vecinas están sufriendo la realidad de su desgobierno. Reflexione sobre ello y piense que atrás de las cifras existen miles de historias de avances y tropiezos, de ganas de salir adelante. Nosotros le decimos porque a muchos son nuestros compañeros. A esos números les conocemos las caras.

Y para seguir contándole las cosas que pasan en nuestros barrios más humildes de nuestra ciudad, le decimos: en Mar del Plata el hambre se está instalando como una situación concreta en el orden de lo cotidiano. Los comedores y merenderos se multiplican. Se ven colapsados por la cantidad de gente, se llenan. De pibitos y pibitas. De familias enteras.

Ahora bien, si finalmente decide poner las rejas, le prometemos que no podrán aislarlo de esta cruda realidad que sufrimos y por la que luchamos para cambiar. No va a pasar un día sin que le recordemos que en Mar del Plata hay miles que sufren de hambre, porque en nuestras vidas no pasa un día sin que nos rompamos las cabezas y las manos para impedir ese flagelo. No dejaremos de exigir que se declare la Emergencia Alimentaria en pos de constituir una red de políticas públicas que frenen el desborde social en el que estamos inmersos. No podrá, por más muros que construya, hacer oídos sordos o tapar los legítimos reclamos de nuestro pueblo por un buen vivir con TIERRA, TECHO Y TRABAJO para todos y todas.

Esperamos que, cuando lea esta carta, pueda problematizar sobre el sistema de prioridades dentro de los que se está manejando su Gobierno. [El Teclado]